Una de las principales funciones de las agencias reguladoras es revisar y aprobar las solicitudes de medicamentos genéricos antes de que puedan ser vendidos al público. Este proceso implica una revisión exhaustiva de los datos sobre la calidad, seguridad y eficacia del producto genérico, así como una comparación con el medicamento de marca. Solo después de que se complete esta revisión y se encuentre que el producto genérico es igual al medicamento de marca en todos los aspectos relevantes, la agencia reguladora otorgará la aprobación para que el producto pueda venderse.
Además del proceso de aprobación, las agencias reguladoras también establecen estándares para la fabricación, etiquetado y publicidad de medicamentos genéricos. Estos estándares ayudan a garantizar que los productos sean consistentemente de alta calidad y que los pacientes reciban información precisa y relevante sobre los medicamentos que están tomando.
En general, las regulaciones desempeñan un papel crucial en el desarrollo de medicamentos genéricos, ya que ayudan a garantizar que estos productos sean seguros y eficaces para que los pacientes los utilicen. Sin una regulación adecuada, sería difícil confiar en la calidad y eficacia de los medicamentos genéricos, y la salud pública podría estar en riesgo.